El hualpenino Luis Petit se especializó hace un poco más de un año en el rubro. Actualmente, presta servicios para la empresa CAP en Talcahuano.

Una oportunidad de oro no se deja escapar. Eso pensó Luis Petit (31) cuando se dio cuenta que lo suyo eran las estructuras metálicas y las soldaduras. Tenía talento para eso, entonces buscó un curso donde poder desarrollarse, dando en el clavo con el Centro Técnico Indura (CETI) de Talcahuano.

Es que Luis no la tuvo fácil. Por necesidad, tuvo que dejar el colegio en quinto básico y hacer cursos de modalidad 2×1. Después deambuló en varios trabajos hasta que, a sus 21 años de edad, llegó al rubro de la construcción motivado por un contratista de la zona.

“Ahí empecé a incursionar en el tema de la soldadura. Cada vez fui aprendiendo más con los maestros con los que trabajaba. Ahí fue cuando le tomé el gustito. Después trabajé varios años con una persona, e incluso fui al norte, donde aprendí muchas más técnicas de soldadura”, relató Petit a La Cuarta Constructor.

Ya declarado su amor por la soldadura, el oriundo de Hualpén buscó en internet dónde poder desarrollarse y dio con el CETI.

“Quise seguir creciendo en el área de las soldaduras y me puse a buscar algún curso donde me sintiera cómodo para seguir ejerciendo lo que me gusta. Me metí a buscar por internet y encontré Indura. Vi las categorías que tenían en soldaduras y tuve que sacar y exprimir recursos para poder lograr esa meta”, contó Luis.

El camino para lograr la certificación no fue fácil, pero sí muy entretenido. “Todos los días era un reto distinto. Durante los dos meses que estuve haciendo el curso me tocaron excelentes profesores que estuvieron ahí conmigo batallando. Fue harto sacrificio poder sacar buenas calificaciones”, aseguró.

Actualmente, Luis se encuentra trabajando en una de las principales compañías mineras siderúrgicas de Chile: la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), donde se desempeña como soldador TIG.

“Lo que me gusta de acá es que todos los días sale algo nuevo. Trabajamos en mantención, en cañerías, trabajamos, hacemos reparaciones, montajes. Para mí, llegar acá es un salto muy grande en el ámbito laboral”.

Para Luis Petit, lo más importante es poder dar sustento a su señora y su pequeña hija. Por ende, sus objetivos van de la mano con seguir creciendo en el ámbito de la soldadura.

“Por la familia uno siempre quiere surgir y salir a flote, luchar por ellos. Quisiera seguir incursionando en el tema de la soldadura. De hecho, quiero hacer otro curso más, esta vez sobre cañerías. Mi meta es seguir aprendiendo cada vez más”, expresó el maestro.